Me he acordado de cuando estaba en Sunderland. Cuando Nacho se cabreaba con la tostadora porque, la muy desgraciada, siempre nos quemaba las tostadas. Daba igual el tiempo de programación.
A veces las tostadas siempre se queman. Da igual que las intentes rescatar raspándolas con un cuchillo porque el olor y el sabor a quemado se quedan impregnados para siempre. Da un poco de respeto tirarlas a la basura...pero ¡Coño! Son tostadas...
Los olores en nuestro entorno son algo relevante.
Si una tostada huele a quemado, entonces, no es la nuestra. Los hogares también tienen aroma y las personas. Hay personas que huelen a tristeza, a lluvia, a piel dulce, a sed de carne, a tranquilidad,a hechizo, a ángel ...
El olfato es una parte importante de nuestros instintos animales...
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