Y es que hay que decir que Mr. Dylan el viernes pasado se quitó un poco el sombrero.A pesar de su fama reconocida de super-star que no se dirige al público ni improvisa bises tras miles de súplicas, nos obsequió con un maravilloso concierto que algunos, creo, sólo podremos presenciar una vez en nuestras vidas.
Vivo ejemplo de que la calidad se prefiere a la cantidad, gozamos de un repertorio bien escogido.
Y en su afán de mostrar una mínima atención por los mediocres que allí nos encontrábamos, nos presentó a sus "mates" de banda y nos brindó "Like a rolling stone".
Ah, pero me olvido un poco de comentaros las peripecias de camino al concierto...
Salimos un poco tarde... ( Lo sentimos, Eva y Subi). Diego llegó tan corriendo de trabajar que se le olvidó poner el freno de mano a su coche que dejaba por allí cerca aparcado.
Suerte que la madre de Anita siempre nos mira por la ventana y descubrió que Kitt, se movía por la pista marcha atrás con vida propia.
Conclusión. Ya en Alfonso Molina nos llaman asustados contándonos que el coche de Diego va por libre y tenemos que regresar a solventar el preoblema. ¡Un despiste lo tiene cualquiera!
lo que nunca se me olvidará es el padre de Anita con camisa azul sujetando el coche en plan superman. hehe. ¡Bravísimo!El resto del viaje fue tranquilo, todos pegados como lapas, ya que hacía un bochornazo impresionante. Aunque con Shu,Eva y sus peculiares conversaciones nos entretuvimos bastante y todo se hizo muy corto.
Eva nos preparó la merienda para todos para cuando saliésemos del concierto.
Lo mejor para contar, sin duda.
Todos hablando de lo genial del concierto y le preguntan a Ana...
-¿ Anita te ha gustado?
Ana responde: sí, pero lo mejor, la merienda. heheh¡Qué jefa!.
* Gracias a Eva por llevarnos y cuidarnos, y a Shu por habernos animado a ir a este concierto. A las dos porque nos partimos con ellas...
