Pues sí, señores, hoy celebran en Grazalema, localidad más lluviosa de nuestro "digno" país la festividad del Toro de Cuerda.
Una " fascinante" tradición que dicen que data del siglo XVII, por lo menos. No me extraña, no sé qué encuentran de gracioso en pasear a un pobre toro amarrado a una cuerda durante horas a casi 40º bajo el sol.
Hay gustos que merecen palos, otros que merecen darlos.
La famosa festividad comenzó, como no, por razones religiosas para llevarle una ofrenda a la Virgen del Carmen ( por ello se celebra el primer lunes después del día del Carmen)
Para qué decir, que en aquel entonces las mujeres no participaban en la fiesta y era el mozo que consiguiese mojar los cuernos del toro con vino el que ofrecería el toro a la virgen al año siguiente.
El toro pesa sobre unos 55o kilos y la gente del lugar no hace más que destacar el hecho de que durante su largo paseo por las calles de Grazalema, no se permite tocarle ni acercarse a él , por eso de ser respetuoso con los animales...¡ y qué cojones!, por eso de que les joden el sarao si se cataloga como vergüenza nacional.
Otro detalle en el que insisten los medios es que la cuerda está fabricada con el más puro y sedoso nylon que existe en el mundo mundial...¡Pero bueno! Una cuerda es una cuerda ¿Qué más da de qué está hecha?
Pues nada, dejo esto aquí para generar un minuto de reflexión sobre algunas de las fiestas populares más arraigadas.
No sé por qué extraño motivo siempre que tienen connotaciones religiosas acaban siendo machistas y atentan contra algún ser vivo...¿ Por qué será? ¿ Mera casualidad?
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