Casting :180

A lo que lleva la espontaneidad y tener unas majas compañeras de trabajo es a acabar en un Casting un jueves por la tarde sin saber qué haces allí.

Obviamente, Lucía dirá que yo la engatusé pero seguro que a las dos nos apetecía ir. Hay que decir que fue un rato divertido y nos reímos un montón.

Cuando llegamos allí, rellenamos una ficha y nos sorprendimos de no tener ni idea ni de nuestras medidas corporales. Así que allí estábamos haciendo un poco el bobo con la cinta métrica cuando llegaron a sacarnos las fotos.

Yo creo que Lu salió muy bien porque con esa sonrisa de oreja a oreja que Dios le ha dado es imposible salir mal en una foto.

Yo, por mi parte, con mi cara poco impoluta y mis ojeras de haber trabajado mis horillas dejaba bastante que desear.

Una de cara y otra de cuerpo entero y ya estaban listas.

Luego pasamos a la prueba de voz. Muy breve y supongo que también poco definitoria.

Algo así como: " Hola. Me llamo Miriam y tengo el número 180 y he venido porque nunca se sabe dónde está tu destino" Luego una lectura de Le Corbusier sobre las ciudades que casualmente había leído en mi asignatura de Patrimonio este año.

Parece una tontería la teoría del miedo escénico pero incluso me temblaba un poquito la voz al entrar en la cabina.

Lo último: un largo test de personalidad de alrededor de 180 preguntas.

Lu y yo compartimos el cuadernillo de los enunciados, por lo que teníamos que llevar las dos el mismo ritmo en las contestaciones.

Lo mejor es cuando tocaban las típicas analogías inteligentes de coliflor es a tornillo como tostadora a alcanfor. hehe

Pues lo cierto es que nos llevó sus 45 minutitos y salimos de allí felices como perdices.

Lo mejor, es que algo me dice en mi interior que nos llamarán para algo.

Malo será que entre todas las modalidades que escogimos en ninguna demos la talla.

We´ll see