El otro día la lié gorda en el sofá de casa ¡Madre mía! Se destintó un boli y nuestras mentes pensantes no daban a basto para librarse de la increíble mancha que se iba expandiendo.Nos dieron las uvas.
Accidente doméstico, podría denominarse. Tras una llamada de socorro a la madre de Marián, especular si el mejor remedio era leche o alcohol y debido a los escasos recursos de los que disponíamos para librarnos de ella, optamos por una técnica estratégica a base de media botella de Nenuco, un quitamanchas un poco agresivo y un secador
Total, que el resultado no fue del todo satisfactorio ya que la mancha se tornó de negra en blanca
Sí, si. Lo mejor, nuestras caras de sueño del día siguiente.
Lo siento, Angelines, ya sé que no soy una compañera de piso muy deseable. hehe.
Ahí os va una foto de cómo quedó
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