domingo, 22 de febrero de 2009

Anti-besos


Domingo luminoso y sereno y me parto de la última excentricidad de los británicos.
Ya sabemos que la puntualidad de este país es famosa en el mundo entero pero esta "genial" idea se lleva la palma.
Nos recomiendan que no nos besemos efusivamente en los andenes para no crear demoras.
Bueno, teniendo en cuenta que la estación es Warrington y une la línea Liverpool- Manchester no creo yo que la exaltación del amor vaya a causar un paro cardíaco a nadie.
En fin, que prohibir, no se prohibe nada, simplemente se sugiere, la contención del espíritu o represión de nuestros instintos más carnales.
A este paso,vamos a acabar haciéndonos un vaivén de pestañitas como en el siglo XIX para demostrarnos afectividad porque parece que esto de la crisis nos va a afectar hasta a la expresión de los sentimientos.
Si al fin y al cabo... lo que importa es llegar.

jueves, 12 de febrero de 2009

Liga y el optimismo


Las personas no dejan de sorprenderme en el día a día.
En este caso, he sido la afortunada de conocer a Liga.
Como ya me pasó anteriormente con Alexandra, Liga produce una especie interés particular sobre sí misma un tanto difícil de concretar.
Es letona y voluntaria.
Me llama la atención su forma de opinar, de comparar los diferentes países europeos y sus filosofías de vida.
Habla múltiples idiomas a sus 25 años : ruso, inglés, francés, portugués, su lengua materna y ahora, español.
Es el momento en el que me planteo que he estado haciendo yo durante mis 27 años. Me doy cuenta de que muy poco.
Es increíble su capacidad de absorber conocimientos. Su rapidez cerebral de asimilar conceptos.
Lo más importante: su optimismo.
Es capaz de ver puntos positivos en la circunstancia más insospechada y adversa. De sentir ilusión por las pequeñas cosas, los detalles.
A veces no nos damos cuenta de que para ser felices tenemos millones de cosas al alcance de nuestras manos. Nos empeñamos en resaltar las que no tenemos, aunque sean las que más deseamos , como si fuesen imposibles...y la verdad,imposible hay muy poco si se parte de unas aspiraciones mínimamente realistas.
¿Y la luna? ¿ Quién no ha deseado alguna vez la luna?
Lo importante no es tenerla, sino aprender a sentirla.