lunes, 31 de diciembre de 2007

Fin de año

Queridos todos.
Este año ha tenido sus más y sus menos, y, afortunadamente, podemos despedirnos de él victoriosamente. Así que coged las pocas energías que os restan y todas vuestras ilusiones y vámonos a ver lo que nos espera.
Mis mejores deseos y todo el cariño del mundo para los que vivís conmigo el día a día y también para los que me aguantáis de vez en cuando ya que todos tenéis vuestro mérito.

Acrobacia

Doy un salto mortal
hacia el mañana
poco doloroso.
Me disfrazo
de la princesa
de un cuento
que escribe cada día
con la tinta
de sus ilusiones
Doce uvas.
Olvidemos el año pasado.
Acrobacia.
De haber sobrevivido
para contarlo.
Olvidemos las lágrimas,
los insultos del tiempo,
las caricias cálidas.
Recojamos el
“aquí y ahora”
entre burbujas de éxtasis,
canciones absurdas
de corazones rotos
y sexo entre bestias
de asfalto.
Vomitan en las esquinas
los codiciosos
Y en un rincón
un alma llora
el desamor
del no ser correspondido.
Yo salto
y en la acrobacia
me tuerzo el tobillo
de mi última decepción.
Un año nuevo.
La gente pasa.
Amanezco dos días después
con un dolor de cabeza insoportable.

martes, 25 de diciembre de 2007

LLueve




Hoy es Navidad, y por fin, llueve como Dios manda ( lo cual es meramente una expresión).
La lluvia de hoy es otra manera que tiene la Tierra de mostrar su felicidad en estas fiestas.
Me gusta que llueva. Inspira tranquilidad.Tranquilidad de que podremos tener agua todo el año.
Hoy mi padre se ha levantado un poco desconcertado. La noche de ayer fue bastante divertida.
La cena estuvo muy bien, y el vino, aunque muy rico, causó sus pequeños estraguillos.
A la hora y media nos encontramos cantando y tocando la pandereta.
Merecería la pena poner uno de los vídeos en el You Tube pero con el tema de mis abuelas, experimento una especie de egoísmo emocional que no me permite compartir sus experiencias con otros cuatro o cinco millones de españoles. Qué le vamos a hacer.
Luego pasamos a los chupitos, y al momento "tumbing- peliculilla". Y ...¿ Cómo no?. Los Gremlings.
Hay que decir que es una película tópico de Navidad pero después de ingerir determinadas cantidades de alcohol, produce una cierta somnolencia cuando el pobre Gizmo empieza a expulsar pelotitas peludas por todas partes.
La apreciación a la que nos puede llevar este hecho es que el pobre animalito es un poco guarrete y sólo bebe Brugal, tiene miedo a la luz porque tiene su lado vampiro y está acostumbrado a salir únicamente por las noches, y lo de no comer tarde...pues es porque la gula es un pecado capital de los más serios y comer por la noche siempre ha estado mal visto.
A todo esto...ahora que lo pienso...creo que conozco bastantes seres parecidos. ¿ Puede ser?.
Bueno el caso es que mi padre, se ha levantado indignado, porque tras unas cuantas horitas de ronquidos en el sofá se despertó a las tres y pico de la mañana, y el resto nos habíamos esfumado. Tom, fiel a su amo, dormía a su lado. La película había terminado.
Supongo que la sensación fue la de que lo que había sucedido por la noche, lo había soñado.
Pues bien, hoy es Navidad, y mi Paqui está pasando como una posesa el aspirador para limpiar los vestigios festivos de la noche olvidada.
Próxima parada: " Fin de Año". Mientras tanto, a ver si se puede hacer algo productivo.
¡Feliz Navidad a todos! ¡Por fin, llueve!

domingo, 23 de diciembre de 2007

Experimento

Todos experimentamos. ¿ Cuántas cosas hacemos durante nuestras vidas de las que podamos predecir un resultado certero?.
La probabilidad no nos asegura el éxito ni el fracaso. Vivimos en la cuerda floja.
A veces nuestras inseguridades y miedos causan dolor a otras personas, a veces también, a nosotros mismos.
Todo es un experimento. Una combinación de elementos para saber si podemos conseguir la mezcla perfecta. La cura que estamos buscando.
El amor es un experimento.



Experimento

Me acerco a tu piel
y arranco un pedazo de estrella
para guardarla en un cajón
a medianoche.
Me trago tu corazón con los ojos.
Las mariposas en mi estómago
pegan saltos mortales
Trazo un plan despiadado
y absurdo
para alcanzar un deseo
contenido.
Despierto tus entrañas
y hago míos
los esbozos de tus sonrisas
para colgarlas
del hilo de mi corazón.
Experimento.
Química pura.
Material inflamable
para mortales.
Tus pupilas flotan
en las mías
Mares de ansiedad
recorren mi cuerpo.
Tormentas
y tempestades.
Es mentira.
No creas lo que ves.
Si no lo puedes tocar,
entonces, es cierto.
El nunca
se vuelve la palabra clave.
Mis alas están rotas.
Ya no puedo volar.
Me arrastro como un gusano
en la tierra fangosa
de mis miedos.
Experimento.
Las substancias vuelan por los aires.
Se prende fuego.
Y en un minuto,
todo se ha olvidado.
Te llevas tu mochila
de tristezas,
tus ojos infinitos,
a reposar bajo la sombra
del árbol ideal.
El árbol perfecto.

viernes, 21 de diciembre de 2007

¡A la mierda!

En noches como esta es imposible dormir.
Llegas a casa después de unas cuantas coca-colas para actuar responsablemente y no poner tu vida ( ni la de los demás) en peligro y ves como el mundo gira a tu alrededor.
Camino al coche escuchaba las conversaciones de la manada.
Un chico le explicaba a una chica que el gusto por la homosexualidad femenina entre los hombres está generalizado porque es, simple y llanamente...algo "biológico".
Me dan arcadas sólo de pensar a qué grado llega el sexismo pues para mí es tan biológico un intercambio de fluidos entre dos hombres como entre dos mujeres. Pensándolo bien, no lo llamaría biológico pero, en fin...¡A la mierda!.
Dos pasos más adelante una chica le preguntaba a gritos a un niñato si se sentía mejor después de regar las plantas con su orina. Por describirlo de alguna manera. Lo preocupante era su actitud de "quiero ser guay", de "cuanto más burda soy más me gusto a mí misma"...¡A la mierda!
Se puede ser un malhablado ( y ahí no tiraría la primera piedra, ya que no me suelo caracterizar por mis comentarios inteligentes). Eso sí, sin llegar a ser hortera.
A Lichy le había prometido esta dedicatoria.
Hoy nos hemos puesto sinceros y ella ha llegado a la conclusión de que lo que más valora en una persona es que "sea ella misma". Sin tapujos, que se dice.
¡Qué razón tiene!. Somos tal como somos y malgastamos la mitad de nuestras vidas creando nuestros propios ideales y queriendo ser lo que no somos.
Las apariencias nos pueden envolver y fascinar, pero realmente son como el papel de un regalo. Cuando lo retiras y ves lo que hay dentro pueden ocurrir varias cosas: que te guste al 99%, que te horrorice al 99% o que...sea tan sumamente sorprendente que te desconcierte.
¡A la mierda!
Hay millones de cosas de las que podría hablar...y exaltar ¡A la mierda!
A la mierda la basura de gente que se entretiene con las desgracias de los demás y que envidia su buena suerte.
A la mierda los asesinos de almas que iban con su barra de pan bajo el brazo camino a casa.
A la mierda los que ven la paja sólo en el ojo ajeno.
A la mierda los vencedores y los vencidos.
A la mierda los que destrozan corazones que nunca recuperarán sus latidos...

lunes, 17 de diciembre de 2007

Oli

Recuerdo a Oli como si fuese hoy. A veces dudo que le hubiese conocido o que existiera de verdad pero luego me doy cuenta de que fue real y me abrió los ojos, de una vez, a mis verdaderos sentimientos.
Nunca olvidaré sus inmensos ojos azules y su fragilidad de niño casi enfermo cuando le descubrí en aquella mini fiesta el día de Nochebuena.Su dulzura al mirar me enganchó al segundo aunque no nos podíamos comunicar al 100% ( no hablaba muy bien castellano). Estoy convencida de que si es verdad que nos reencarnamos en otras personas en nuestra siguiente vida, la mía estará a su lado.
Se lo prometí cuando le conocí. Es como si el destino quisiera que le hubiese encontrado por algún motivo que todavía hoy desconozco.
Podría pensar que es la imagen idílica que guardo de aquel momento ya que tan sólo tenía 18 o 19 años, y las cosas se miran, tal vez, desde otra perspectiva pero, ciertamente, ha habido muy pocos chicos que hayan logrado cautivar mi atención de esa manera.
Puede que Oli ya no exista. Las últimas noticias que tuve de él es que tenía la arteria aorta obstruida. Puede que ya fuese demasiado tarde. O puede que se curase y finalmente fuese feliz después de marcharse.
Puede que se afanase en las drogas y tenga un final amargo. Ojalá haya logrado lo que nunca tuvo , sea un hombre de bien y goce de todas esas cosas de las que careció en la infancia ya que después de tantas penurias, francamente lo merecía.
Hay un proverbio que dice que por lo menos te cruzas dos veces con la misma persona en tu vida. Soy consciente de que con Oli sea imposible que suceda pero tengo la suerte de poder recordarlo con cariño cada Navidad , brindar con una copa imaginaria por su felicidad y llorar dos lágrimas dulces por todo el cariño entregado.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Frío

Parece que ha llegado el invierno.
La gente de costa, donde yo vivo, no estamos acostumbrados a las bajas temperaturas y es cómico ver como nuestras naricillas se convierten en indeseables pimientos morrones. ¡Qué, vamos! Ni el payaso de Micolor.
Nos da vergüenza reconocer que nos dan ganas de meternos con los calcetines en la cama, y, bueno, yo tengo que decir que tengo unos de esos de grosor "aquí no pasa ni Dios", de uso exclusivo para estos días, poco frecuentes, de "frío de la muerte".
No me puedo imaginar qué hacen los habitantes de países como Rusia, Noruega o Canadá cuando llegan a temperaturas tan ínfimas como los -30 grados.Ya sabemos que el ser humano se acostumbra al hábitat en el que vive, pero... ¿ No os parece demasiado para el body?.
Así están los pobres. Los rusos Pegándole al vodka sin piedad. Los canadienses pasan casi todo el día bajo tierra y van patinando a trabajar, maleta en mano ( para que luego los estadounidenses se mofen de ellos malévolamente las 24 horas del día en South Park) y a los pobres noruegos se les congelan las neuronas ( son de la gente más chiflada y extraña que me he encontrado en mi año de erasmus-orgasmus).
Pues bien, en días de frío como hoy, domingo de época prenavideña, la gente parece calentarse, en general, hacendo un spring de compras incansable. ( es una vergüenza ver como no hay nadie que se apiade de los pobres dependientes que trabajan y soportan con paciencia al cliente insaciable hasta en los días festivos).
En el telediario cuentan que han bajado las ventas de paraguas y abrigos. No me extraña...porque hasta ahora hemos tenido tiempo de primavera y los pantanos se están quedando vacíos. ¿ Quién habla de cambio climático? Si los dirigentes de algunos partidos que aspiran a gobernar el país piensan que habría que pasar del tema por lo menos hasta dentro de trescientos años. ¡Carámbanos! ( y nunca mejor dicho). Menuda sobredosis de incultura.
He optado por relajarme. Al fin y al cabo, hoy es domingo y hace frío.
Me he preparado los apuntes para comenzar con el pié derecho los exámenes del próximo año y he ido a tomar con Carlos un chocolatito caliente.
Qué gusto saber que hay alguien a mi lado que de vez en cuando me comprende.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Personajes de cuento

Me parece mentira que haya llegado hasta el jueves sin escribir nada. Lo peor es que creo que no ha sido por falta de inspiración, sino de tiempo, lo que me hace sentirme un poco culpable.
En fin, hoy es jueves, uno de esos días en los que se puede hacer balance de la semana antes de haberla concluido, empezar a planear el fin de semana, si hay ganas, o disfrutar del mero hecho de saber que: mañana es viernes y "finito".
Ayer estuve pensando en toda esa gentecilla que pasa por la biblioteca. Observándolos descubres más tarde o más temprano que son verdaderos personajes de cuento.
Para comenzar la tarde vino una señora, que yo defino como "majísima" porque es de esas que sólo con entrar allí dejan una estela mágica de alegría a su alrededor.
La atendí como siempre. Aunque no es dada a buscar sus propios libros, siempre presta atención cuando hablas con ella y, por lo menos, tiene claro lo que viene a buscar.
Siempre te cuenta algo que le ha pasado en el día y te agradece miles de veces que la ayudes porque ella es simplemente así, encantadora. Ayer me felicitó las fiestas con tanta sinceridad que hasta me dieron ganas de salir de detrás del mostrador y de darle un abrazo. Me contuve.
Luego está "el psicópata". Es un chico más o menos de mi edad que tiene algo extraño en la mirada. Yo siempre pienso que es uno de esos como los que salen en las películas de miedo, que te esperan a la salida del trabajo, te dan un machetazo y luego en casa, te parten minuciosamente en pedacitos y te meten en una lata. Como se puede comprobar, yo tampoco es que esté en una perfecta salud mental.
Luego está "la loca de la caverna": una chica que en un primer encuentro te parece vivaz y muy sociable pero que luego se convierte en un ser entrometido que se toma demasiadas confianzas sin que tú se las hayas dado. Su pobre amiga lo pasa bastante mal cuando viene con ella porque es como muy dictadora y en todo el rato que pasan allí no la deja ni respirar. En fin, un animalito en extinción que trae un poco de alegría y ruido, pero que si le das demasiado, es depredador, y puede acabar con tu paciencia.
Hay muchos más, pero como tampoco quiero aburrir...sólo voy a comentar el del "personaje por excelencia".
Es un señor portugués con mucha clase. Tiene una manera de vestir muy singular y aunque a veces es bastante dejado, no sé, me inspira ternura.
Tenía siempre problemas con su carné antiguo y aunque sólo tenía que llevarlo a que se lo renovasen en un minuto, nunca lo hacía.
Un día fui un poco borde con él. Luego me arrepentí un poco pero lo que está claro, es que la desidia es una enfermedad mortal.
Aprovechando un momento en el que me quedé a solas con él, le dije que le había observado y que estudiaba mucho.
Él me dijo que nunca era lo suficiente, ya que los seres humanos sólo utilizamos el 1% de nuestras capacidades a lo largo de nuestras vidas...¡Y qué razón tiene!
Me quedé un rato pensativa.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Reflexión de las 4:40

Acabo de llegar a casa y son las 4:40. Puede parecer una locura que encienda mi portátil, me meta en la cama y sienta la necesidad de compartir unas palabras con los demás.
No he bebido mucho. Un par de piñas coladas para alegrar el corazón y un Brugal con Coca-cola porque, por lo visto, soy una de esas mujeres ( si así puede llamárseme) que demanda a gritos una buena sobredosis de azúcar. Así soy yo: dulce. A veces demasiado amarga.
Vuelvo de una cena especial. De un encuentro casi único en el año ( la última fue por mi cumpleaños).
Una cena en la que siempre falta alguien y en la que compartimos las novedades de esta última mitad del período.
Vernos allí, otra vez más, juntas, me hace sentirme bien. Me hace sentir que ellas siguen siendo iguales que hace diez años cuando nos comíamos el bocadillo de tortilla entre clase y clase cuando cursábamos el bachillerato, cuando nos tomábamos un café los viernes por las tardes y hablábamos de qué estudiaríamos o del chico chuleras del instituto. Yo también sigo siendo la misma.
El tiempo ha pasado pero todas conservamos nuestra esencia.
Lichy tan escéptica y atómica, siempre dispuesta a divertirse.
Sonia, luchadora donde las haya.
Ana buscando el ideal ( aunque insisto: "lo perfecto no existe")
Carol, siempre elegante. ( aunque vamos descubriendo su puntillo de ama de casa en potencia).
Shu, ingeniosa, vivaz...
Todas, grandes personas. Grandes amigas sin las que mis días hubiesen carecido de cualquier tipo de interés y valor.
Nos faltaron Paulita y Fátima.
Paula, recién casada y siempre dispuesta a echar un cable.
Fátima, una persona de mente compleja (en el buen sentido)
Las he obsequiado a cada una con un pequeño adorno para su árbol de Navidad. (cada uno de estos, como ellas, eran diferentes) porque sé que llegará algún momento, en el que, esperemos, seamos muy muy viejitas y encontremos en aquel cajón olvidado el recuerdo de esta noche fabulosa.
Quizás recordemos los viejos tiempos con morriña, con una sonrisa o una lágrima en los ojos.
Quizás el sentimiento perdure...
hasta que nuestras almas descansen donde quiera que sea y el tiempo y el viento puedan susurrarse al oído cuánto nos quisimos como amigas.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Sin conexión

He llegado a casa hecha una piltrafa. Creo que esta semana está durando más de lo debido y las pocas ideas que tenía se han agolpado en mi cerebro y no le dejan respirar con normalidad.
Tras cambiar de estado de ánimo unas cuatro mil trescientas cincuenta veces en un día, pasar del cansancio a la euforia, de la euforia a la desesperación y de la desesperación al casi llanto y al consuelo de una mirada y una palabra amiga, he decidido que hay que poner, por fin, un poco de orden en mi vida.
Después de llegar a esa conclusión, para nada nueva, he encendido el ordenador. He leído en la pantalla" sin conexión" y he sentido que, a pesar de que el destino ( como dice mi amiga Ana) no quisiera que yo escribiese en mi blog esta noche, merecía la pena sacar las últimas fuerzas e intentar "conectar" para hablar de algo, aunque quizás no tenga especial trascendencia. ( y seguramente así sea).
Tengo que decir que mientras comprobaba el router me ha entrado un pequeño ataque de pánico ( poco especial viniendo de mí que me suelo ahogar en un vaso de agua) y me he dado cuenta de la dependencia que genera en mi la conexión a Internet.
Está claro que si la tengo, puedo elegir si la quiero utilizar o no pero...¿ y si no la tengo?...
Esta chorrada extrapolada a otros temas verdaderamente valiosos me ha empezado a dar vueltas en la cabeza.
No somos muy conscientes de la dependencia que sufrimos de algunas cosas y personas que nos rodean hasta que se estropean o nos faltan. Es nuestro lado absurdo de seres humanos que nos impide valorar las cosas por lo que son y no por su mera utilidad.
Todos deberíamos tener el derecho a decidir y la oportunidad de hacerlo. Es doloroso comprobar que hay cosas que se nos escapan de las manos...
¡Hay tantas cosas que no podremos cambiar! La impotencia ante el no poder hacer nada nos convierte en seres 100% vulnerables que dependen ciegamente de la poca sutileza del azar.
Por eso debemos aprender a amar los pequeños detalles, las pequeñas cosas, que tal vez en alguna ocasión nos hayan parecido insignificantes o perennes pero que nunca podemos saber cuando se agotarán o desaparecerán para dejarnos una nueva vez aturdidos, confundidos..."desconectados".


martes, 4 de diciembre de 2007

Huele a Navidad

Siempre me dicen que es una tontería y yo pienso que no.
Hay un día determinado del mes de diciembre en el que yo considero que empieza a oler a Navidad y ese día es hoy.
El olor a Navidad es algo muy característico e indescriptible. Es un olor a madera quemándose en un hogar, un ni frío ni calor en el ambiente y un deseo de que el próximo año llegue rápido por impaciencia a comprobar lo nuevo que nos traerá.
Millones de personas reconocen que no les gustan estas fechas. Y hay que respetarlos. Sinceramente, es cuando nos damos cuenta de los que se han ido perdiendo en el camino.
Otros tachan de hipocresía el hecho de que en estas fechas queramos ser felices o lo aparentemos pero yo creo no es así. O mejor dicho, puede serlo sólo para algunos.
Para mí, poder compartir la Nochebuena con mis seres queridos es algo que me llena de esperanza. Ver como mi madre decora el árbol minuciosamente me hace pensar que todavía quedamos algunos que conservamos nuestras pequeñas ilusiones. Vernos todos juntos me hace sentirme afortunada y hasta creo que echo un poco de menos a mi abuelo muerto a pesar de sus fanfarronerías.
¿ El consumismo? No lo vamos a negar. Desgraciadamente, tenemos más de lo que merecemos. Por supuesto, demasiado. Lo importante es darse cuenta de lo dichoso que uno es en este mundo por haber nacido en el lugar y el tiempo señalados y compartir algo con los demás.
Otros no tienen nada. Pasan frío. Mueren de hambre y sed. Más del 80% de este mundo.
Mientras, nosotros nos atiborramos a langostinos y nos atragantamos con doce uvas.
Hoy huele a Navidad...¿ Os lo he dicho?

sábado, 1 de diciembre de 2007

Salto al vacío

Por fin alguien me cuenta con pelos y señales lo que se siente saltando al vacío.
Y quién mejor que una amiga con la que compartí la adolescencia.
Me ha parecido tan guapa después de no verla en tantos meses... y he pensado que quizás siempre ha sido un poco particular. Una de esas amigas "metafísicas" ( como decía Sergio) que puede que no sean un apéndice de tu día a día pero que cuando las ves sientes una alegría infinita y unas ansias precipitadas de reír y llorar al mismo tiempo.
Me he quedado sorprendida con su narración del salto al vacío. Me ha llegado a transmitir parte de la sensaciones que vivió en aquel momento con tan sólo palabras.
Hay muy poca gente que pueda hacerlo( y hay que reconocer que, precisamente, expresar sus sentimientos no era una de sus habilidades más destacadas cuando íbamos al instituto).
Su descripción del paisaje. La sensación de subir en el avión y saber que lo que vas a hacer es tan sólo..."sentir", "tocar las nubes con las yemas de los dedos", "volar y llenar tu cuerpo de adrenalina"... me ha tocado el alma.
Puede que eso sea lo que debamos hacer todos. Menos atesorar y más vivir aquello que no sabemos si tendremos la oportunidad de experimentar en el futuro. Es lo que necesitan nuestros cuerpos.
Todo tiende al infinito.
Límites, limitar la expresión de los sentidos.
Maximizar las esperanzas,
minimizando la evasión a otros destinos.
Acercarse,
por la derecha o por la izquierda,
a esa asíntota que nos separa del abismo.
Errar la prueba y despertar
bañados en sudor.
¿ Qué ha sucedido?.