viernes, 21 de diciembre de 2007

¡A la mierda!

En noches como esta es imposible dormir.
Llegas a casa después de unas cuantas coca-colas para actuar responsablemente y no poner tu vida ( ni la de los demás) en peligro y ves como el mundo gira a tu alrededor.
Camino al coche escuchaba las conversaciones de la manada.
Un chico le explicaba a una chica que el gusto por la homosexualidad femenina entre los hombres está generalizado porque es, simple y llanamente...algo "biológico".
Me dan arcadas sólo de pensar a qué grado llega el sexismo pues para mí es tan biológico un intercambio de fluidos entre dos hombres como entre dos mujeres. Pensándolo bien, no lo llamaría biológico pero, en fin...¡A la mierda!.
Dos pasos más adelante una chica le preguntaba a gritos a un niñato si se sentía mejor después de regar las plantas con su orina. Por describirlo de alguna manera. Lo preocupante era su actitud de "quiero ser guay", de "cuanto más burda soy más me gusto a mí misma"...¡A la mierda!
Se puede ser un malhablado ( y ahí no tiraría la primera piedra, ya que no me suelo caracterizar por mis comentarios inteligentes). Eso sí, sin llegar a ser hortera.
A Lichy le había prometido esta dedicatoria.
Hoy nos hemos puesto sinceros y ella ha llegado a la conclusión de que lo que más valora en una persona es que "sea ella misma". Sin tapujos, que se dice.
¡Qué razón tiene!. Somos tal como somos y malgastamos la mitad de nuestras vidas creando nuestros propios ideales y queriendo ser lo que no somos.
Las apariencias nos pueden envolver y fascinar, pero realmente son como el papel de un regalo. Cuando lo retiras y ves lo que hay dentro pueden ocurrir varias cosas: que te guste al 99%, que te horrorice al 99% o que...sea tan sumamente sorprendente que te desconcierte.
¡A la mierda!
Hay millones de cosas de las que podría hablar...y exaltar ¡A la mierda!
A la mierda la basura de gente que se entretiene con las desgracias de los demás y que envidia su buena suerte.
A la mierda los asesinos de almas que iban con su barra de pan bajo el brazo camino a casa.
A la mierda los que ven la paja sólo en el ojo ajeno.
A la mierda los vencedores y los vencidos.
A la mierda los que destrozan corazones que nunca recuperarán sus latidos...

2 comentarios:

Ana dijo...

No hay mejor frase que esa, te quedas tan a gusto cuando la dices (incluso si no tienes costumbre de decir palabras malsonantes)sobre todo si te sale de dentro, si la dices con ganas. Hoy la dije con muchas ganas. Recibí uno de los famosos sms de cambio de plan y al segundo dije: "¡A la mierda!". Fue liberador, de hecho casi ni me afectó, pasé una tarde bastante buena dentro de lo que cabe. Quizá sea la fuerza de la costumbre o quizás sea que he descubierto que tras el papel de regalo no había nada sustancioso, que simplemente era eso, un bonito papel muy llamativo pero que la caja estaba vacía. Bueno, la verdad es que sigo dudando, pero cada vez menos. La ilusión se escapa a pasos de gigante, lo extraño es que no se haya ido antes o que aún quede algún resquicio después de todo. Pero así somos algunos seres humanos, siempre pensando en la parte buena, en los "y si...", y se nos pasa parte de la vida esperando cosas que nunca llegan y probablemente nunca llegarán. Es cierto que lo que haya de ser será, no hay frase más cierta que esa, pero a veces lo que está para uno hace tanto daño que quizás sea mejor dejarlo ir si es que se puede. No sé, es todo muy raro últimamente. ¿Decimos amor cuando queremos decir sexo? ¿Disfrazamos de solo sexo algunas relaciones por miedo a estropearlas o perderlas y realmente podrían llegar a ser un amor? ¿Será que son casi las 3 de la mañana y solo digo chorradas? En fin, sea lo que sea: ¡A la mierda todo! Los pesados, los indecisos, los pegajosos, los volátiles, los que molestan, los que hacen daño, los que nos confunden, los que no se deciden, los que van muy deprisa, los que van muy despacio, los que quieren y no pueden, los que pueden pero no se arriesgan, los que se arriesgan y al final no quieren. ¿Cuál es el límite de las cosas? ¿Hasta donde se considera sano o insano? ¿Cuándo empieza a llamarse problema? ¿Por qué hay que felicitar la Navidad? ¡A la mierda!, a mi no me gusta.

Li dijo...

Creo que esa frase podría ser la descripción de cómo es mi vida en estos momentos. Sin embargo, no desde un punto de vista pesimista y crítico, sino más bien desde la rebeldía de alguien que reivindica el hecho de respetarse a si misma.

A la mierda la explotación, y el trabajo no valorado, y la actitud de alguien que se cree imprescindible, y no se da cuenta de que nadie lo es. Ojalá algún día la vida la ponga en su sitio.

A la mierda la autocrítica, que en pequeñas dosis es buena, pero en grandes dosis puede llevar a equívoco. Somos lo que somos, mejores o peores, pero la primera y quizá la única persona que se va a preocupar por nosotros en última instancia somos nosotros mismos.

A la mierda la historia que siempre se repite, pero nunca llega a ningún lado. No podemos controlarlo todo, pero desde el punto de vista escéptico y realista que me caracteriza, me exijo a mi misma salir de este bucle. ¿Serás el que vuela? No lo sé, pero creo que ya ni me importa. La ambigüedad y la falta de valor son cosas que últimamente aborrezco.

En fin, que el hecho de pronunciar estas palabras no va a solucionar nuestros problemas, pero quizá sea un símbolo a través del cual expresar que somos, que estamos, que vivimos, y soñamos, y reímos, y a veces lloramos, pero dicen que todo es bueno en su justa medida... ¿o quizá no?