domingo, 22 de marzo de 2009

Lo simple y lo especial: el presente

A veces nos confundimos y pensamos que lo simple no puede ser especial.
Luego nos damos cuenta que un momento simple y sencillo se convierte en especial gracias a las personas con las que lo compartimos.
Lo especial no radica en su grandeza o complejidad sino en la repercusión que tiene en nuestro estado de ánimo, en la sensación de bienestar que nos causa.
Un bocata de salami en una duna mirando unos preciosos ojos verdes de nueva adquisición 2009 y otro par de ellos que he visto reír y llorar. Un té en un mini-oasis donde nadie te puede encontrar.
Un poco de sueño, un hambre de mil demonios, el mar ...
Dejar el lado racional para mañana, seguir el corazón y quizás, equivocarse, pero equivocarse de sentir, no de pensar. Equivocarse por elegir mal. Caerse, levantarse y saber...que la vida merece la pena por las cosas simples que nos convierten en personas y momentos especiales.
Los que ya no están se fueron porque no era su sitio ni lo merecían para bien o para mal.
Los que llegan para quedarse son los que están: el presente.

jueves, 19 de marzo de 2009

La pecera


11:00 me asomo desde dentro de la pecera para ver lo que sucede en el exterior.
Tras el cristal, muevo mis aletas al sol y hago voltereta lateral con doble tirabuzón.
Mi tercera hora en la pecera.
En pleno mes de marzo y a más de veinte grados las jóvenes pasean sus cuerpos al sol con vestimenta apropiada para el mes de agosto, desafiantes. Claro: ya es primavera en El Corte Inglés y ellas creen ser felices en su superficialidad de fashion-victims.
Los universitarios imberbes arrastran su chancletas .Con bermudas estampadas hasta casi los talones exhiben sus nuevas tablas de surf.
Luego pasa una pareja de cincuentones de la "jet set" de la "Coru" y le dan una moneda al hippie que lleva haciendo malabares dos horas a pleno sol entre lingotazo y lingotazo de cerveza.
En media hora, llegan mis compañeros a la pecera.
Preparo sus cuenta-individuos y se disfrazan, como yo, de " Men in Black".
Somos peces payaso. Autómatas.
15:00. Me quito el disfraz.Tengo la piel arrugada de tanto nadar.
Salgo de la pecera.

lunes, 9 de marzo de 2009

Como agua para chocolate

Recordaba este libro con ternura y risa desternillante. Hacía unos 13 años. Tumbada en el salón de casa. Un día de esos de lluvia interminable. De tarde sin actividades extraescolares y sensación de me-encanta-ser-mujer.

O te entusiasma o te horroriza. Una narrativa exagerada que despierta los sentidos y te hace sentir empático con una protagonista que nada tiene que ver contigo en concreto, pero sí con todos nosotros.

Casi se huelen las codornices en pétalos de rosa y la imaginación eleva el deseo a sumergirse en la historia...


* Sé que este vídeo es la banda sonora de El amor en los tiempos del cólera pero me inspira.

domingo, 8 de marzo de 2009

Tipos y prototipos: paciencia infinita

Cuanto más desempeño trabajos de atención al público más me doy cuenta de la volubilidad de las personas.
Estar en los dos lados te hace ser consciente de que a veces nos comportamos de manera que nada tiene que ver con nuestra verdadera personalidad, lo cual no considero bajo ningún concepto justificable, aunque a veces sin saberlo, en alguna ocasión yo también lo haga.
Es increíble como los contextos sociales nos pueden convertir de la persona más agradable en el ser más indeseable y viceversa.
Como cada fin de semana, aguanto a los tipos y prototipos.
El loco del cybercafé que espera ansiosamente a que abran las puertas a las 9 o´clock.
Las señoras rubias entre 60 y 70 con las que juego al quién es quién y que, a pesar de que pasen las semanas, no consigo diferenciar.
Los que se quejan de la higiene de los baños...pero ¡coño! encima de que no ves la exposición, por lo menos no me des la lata.
En fin. Que yo ya no sé lo que se entiende por "gente normal", pero me doy cuenta de la cantidad de sicóticos y paranoicos que andan sueltos por la ciudad.
Paciencia infinita.Dame paciencia