domingo, 8 de marzo de 2009

Tipos y prototipos: paciencia infinita

Cuanto más desempeño trabajos de atención al público más me doy cuenta de la volubilidad de las personas.
Estar en los dos lados te hace ser consciente de que a veces nos comportamos de manera que nada tiene que ver con nuestra verdadera personalidad, lo cual no considero bajo ningún concepto justificable, aunque a veces sin saberlo, en alguna ocasión yo también lo haga.
Es increíble como los contextos sociales nos pueden convertir de la persona más agradable en el ser más indeseable y viceversa.
Como cada fin de semana, aguanto a los tipos y prototipos.
El loco del cybercafé que espera ansiosamente a que abran las puertas a las 9 o´clock.
Las señoras rubias entre 60 y 70 con las que juego al quién es quién y que, a pesar de que pasen las semanas, no consigo diferenciar.
Los que se quejan de la higiene de los baños...pero ¡coño! encima de que no ves la exposición, por lo menos no me des la lata.
En fin. Que yo ya no sé lo que se entiende por "gente normal", pero me doy cuenta de la cantidad de sicóticos y paranoicos que andan sueltos por la ciudad.
Paciencia infinita.Dame paciencia

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