viernes, 25 de abril de 2008

Naïf

Ayer tocó la segunda parte de la saga Primo.
El caso es que la noche estuvo bastante entretenida.Cuando me despierto al día siguiente siempre me duele la cara de tanto reírme.
Esta vez la elección corría por cuenta de Ana y mía, así que estábamos seguras de que no nos iríamos a la cama sin cenar.
El lugar, un pequeño local un poco difícil de definir. Se llama Naïf y está ubicado en un lugar bastante apropiado. La decoración es en plan vintage. Me encanta el papel de las paredes y las lámparas de cristalitos. Lo mejor: la comida.
Es más bien un sitio de picoteo, pero su atmósfera acogedora lo convierte en un lugar agradable donde disfrutar de la compañía tanto de amigos como de alguien especial.
El único problema es que ya lo ha descubierto bastante gente y los fines de semana ( especialmente los sábados) está demasiado saturado debido a que sus dimensiones son muy pequeñas, el humo se acumula y la camarera se pone un poco nerviosa.
Por eso, lo mejor es ir un jueves.
Tengo un especial cariño a este día de la semana por motivos que desconozco. Quizás sea mi espíritu adolescente, en proceso de recuperación, que lo anhela.
Pues una noche muy naïve con negocios incluidos y alguna que otra apuesta perdida.
Primo, échate a temblar...

No hay comentarios: