lunes, 8 de diciembre de 2008

Amigos Imaginarios

Alguien me brindó la oportunidad de escuchar a los Amigos Imaginarios hace casi un año. Hoy, camino al trabajo, cual día festivo, dejo que ese cd suene en el interior del breve espacio vital de mi coche y me invada con su sonido.
La ciudad duerme. Todo el mundo duerme en un Ferrol abandonado. Lleno de tristeza. Carente de vida.
Hago el camino por ciencia infusa. Llevo el piloto automático.
Santi canta de fondo. Desafina.
No soy disco del mes. Soy una melodía rota.
A veces los amigos imaginarios están cargados de magia. Son producto de un brillo en la mirada.
Son una manera de escapar al egoísmo emocional incontrolado que rompe el más fuerte de los lazos entre el tiempo y el destino

1 comentario:

El Tigre de Mompracem dijo...

Mejor que canten Un buen dia... y así todo va bien!
Un saludo