jueves, 16 de julio de 2009

Metro Madrid: una mega biblioteca

El otro día, en el metro de Madrid, me sorprendí, no sólo de la cantidad de líneas nuevas que había desde la última vez que lo cogí hace casi cuatro años , sino también de la afición por la lectura que ha generado este medio de transporte.
Está claro que el metro es la forma más rápida y cómoda de desplazarse en una gran ciudad pero también es cierto que cuando el trayecto que uno hace todos los días es muy largo tiene que buscarse una forma de entretenimiento.
Aunque las consolas, mini ordenadores y todo tipo de aparatitos "hiper-tecnológicos-de-la-muerte" se extienden entre niños y adolescentes, una gran multitud de mayores de 20 prefiere optar por la lectura.
Libros de bolsillo, periódicos nacionales, gratuitos, internacionales, best sellers trilladísimos, revistas del corazón, científicas, con mucho glamour...
Entre parada y parada, leen y leen y vuelven a leer. Se imbuyen en ocasiones, como os peces en el río, tanto en sus lecturas, que si los observas, esbozan sonrisas, dejan intuir unos ojos húmedos de final de historia no tan feliz o traslucen una cara de indignación por una noticia que les irrita.
Puede que cada libro diga un poco de la persona que lo está leyendo, también la prensa.
El metro se ha convertido en una mega biblioteca donde , por fin, hemos cogido un hábito de lo más saludable.
Michael Jackson ya está muerto y enterrado y no le he dedicado todavía una línea. Dentro vídeo.


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