miércoles, 26 de agosto de 2009

Gremlings, vino, nuevos amigos y otros relatos...













La semana pasada estuvo llena de actividades variadas.
Me despedí de mis gremlings en la playa, lo cual pensé que sería una liberación pero no fue así. Tras cuatro semanas de cantar el "veo veo"y despertarme por la mañana pensando en nuevos juegos para ellos noto un vacío de creatividad y parece que me he quedado sorda.
Los niños en el fondo son un encanto. Lo que hay que saber es buscarles el fondo.
El jueves, encuentro con Silvia ( la conocí en el vuelo a Girona cuando iba a examinarme de alemán) en Ascoli. Tiene un aire con la Pausini pero ya le gustaría a la Pausini tener la mitad de su energía. Dos o tres horas se pasan volando si uno está en buena compañía.
El viernes, sin embargo, tocó cierre y despedida. Una degustación de vino con tres o cuatro compañeros. Un poco de karaoke, pocas ganas y mucho vacilar.
Lo que está claro es que Ale, el que fue nuestro docente del curso de animación, entiende a la perfección la psicología de la gente que está de vacaciones.
Acabamos dando botes con un grupo de napolitanos en la plaza del pueblo.
Aproveché la cobertura para tomarme unas copitas del mejor vino de la provincia.
Ya se sabe, degustación gratis y no hay mal que por bien no venga.
El resto del fin de semana, relajado. Una visita a Omid y una buena dosis de mar.
Los 32 º invitan a pasear por la orilla y a sobrevivir gracias a una inmersión cada 30 minutos después de quemarte las plantas de los pies en 100 metros de carrera por la arena.
Yo que nunca me he encontrado en mi hábitat en la playa puedo decir a mi favor que la temperatura del agua influye positivamente.

1 comentario:

Li dijo...

Bueno, pelandruski. Así que ahora te gusta la playa, y lo más sorprendente... los niñooos!!!

What's happening???? Jejeje... Si es que me da que te están sentando de un bien los aires italianos...

Besitos en el culete!!