lunes, 10 de marzo de 2008

Resaca imaginaria

Resaca de una piel, de un rostro,
de una voz que cuenta mil cosas,
se aleja en el espacio de la noche…
Me duelen los párpados de mirar
sin querer,
las muñecas de agarrar
el aire.
Pongo cinta aislante:
distancia de seguridad.
Tengo moratones en el cuerpo
y no recuerdo
si me caí de la cama esta noche
o una bestia me arrolló camino
a casa.
Abro un libro, lo cierro,
lo vuelvo a abrir.
Leo una estrofa que habla de personas
que no tienen nombre.
Habla de pájaros, de sueños
de jugar al escondite.
Busco el corazón.
No lo encuentro.
¿Lo habré dejado en el estuche de las gafas?
Lo abro. No está.
No pasa nada, todavía es domingo.
No puedo beber agua, no me gusta.
Tomo un zumo de naranja sin conservantes.
Ando de un lado para otro.
Voy a dormir.
Será otra vez la resaca imaginaria.



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