sábado, 24 de mayo de 2008

Érase un hombre a un sombrero pegado...

Tras una larga espera desde el 89, los cines se vuelven a llenar para asistir a las aventuras y desventuras de este personaje.
Spielberg ya no nos puede sorpender como antaño. Cuando los 80 y los 90 eran la cuna de los efectos especiales y cualquier cosa dejaba al espectador con la boca abierta, ahora todo nos parece bastante fantasma. Estamos todos un poco saturados. El límite entre la fantasía y el surrealismo no está muy bien definido.
Hay que valorar que se mantienen los detalles definitorios de las otras partes de la saga, en cuestión de música, mapas de viaje y otros, lo cual le sigue concediendo un carácter entrañable.
Los momentos de humor brillan más bien por su ausencia y el componente "pastelada" se hace notar en todo momento.
Carece de diálogos ingeniosos y se vanagloria de chistes fáciles que no trasmiten a la audiencia.
Será un éxito en taquilla que se beneficie de muchos de nosotros que éramos fans incondicionales y nostálgicos de Indi pero hay que enfatizar que el equipo se ha quedado tan contento con un resultado bastante cutre y salchichero.
Para comer, muchas, pero que muchas palomitas...
Seguro que hay más de uno que se empachó ayer.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque a mí este tipo de películas no me gustan demasiado, reconozco que el Indi tiene su puntillo, y que aunque unos añitos más madurito está como un queso con un toque de mermelada de frutas del bosque, vamos, que le daría un mordizquillo o dos. Lo que no me gusta es ese afán de no sé quien en particular pero de todos en general por que resurjan los 80, un poco vale, pero es que empiezo a temer que me manden de nuevo al preescolar!!! AHHHH! quiero algo nuevo, no puede ser que vuelvan como ultimísima moda unas zapatillas que tienen más años que yo, aunque por supuesto, tuneadas. Esta tarde fui de compras y no me lo podía creer, las zapatillas Victoria están por todas partes! Sí, esas,las que quitábamos los cordones para parecer más "guais" y les metíamos la lengueta hacia adentro,¡Cómo molestaba! pero como era última moda... por lo menos espero que no no no intenten resucitar el look Tino Casal o Marta Sanchez. Creo que necesitamos un "regreso al futuro" oh, no, eso también es de los 80-90. Bienvenidos al siglo XX, perdón XXI.

Anónimo dijo...

Tino Casal es MARAVILLOSÍSIMO, como alguien me lo toque me lo cargo, os conozco a tod@s y sé donde vivis.

Diewete dijo...

Para que luego digas que no sabes hacer críticas de cine... quitando de ahí un par de coloquialismos es una crítica perfecta.

Sea como fuera la película, no deja de ser Indy. Y aúnque es verdad que el porcentaje de subrealismo es notablemente superior al de fantasía. Siempre ha sido así.

Yo disfruté de la película (con palomitas incluidas) pese a ese excesivo despliegue de efectos especiales aderezados con subrealismo. Puede que por que haya visto todas las películas y jugado a todos los juegos de este intrepido personaje, o simplemente porque de pequeños todos jugamos alguna vez a ser Henry Jones Jr.

Lo peor el final y el guiño que hacen a una posible continuidad de la saga. Porque al final Indy sólo hay uno.