sábado, 20 de diciembre de 2008

Espuma en el café



Se debate y se sigue debatiendo millones de veces sobre los beneficios e inconvenientes del consumo de café.
Tras documentarme un poco a través del maravilloso mundo de google obtengo que, como en el caso de la mayor parte de las sustancias, la sabiduría está en la moderación.
Es decir, según estudios científicos, un máximo de 3 tazas de café al día pueden reducir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, mejoran la digestión e incluso reducen el riesgo de desarrollar Parkinson aparte de agilizar nuestras funciones mentales y corporales.
En el equilibrio, como siempre, está la virtud.
Un exceso es nocivo y nos conduce a la ansiedad, irritabiilidad e insomnio así como a la mayor probabilidad de sufrir enfermedades relacionadas con la hipertensión, el desgaste de huesos e incluso taquicardias.
El café se ha convertido, además de en una bebida, en un fenómeno social. Por eso, todos " quedamos para tomar un café", aunque a veces no lo tomemos.
El café es un momento, un momento en ocasiones en el que nos relajamos, compartimos nuestros pensamientos y saboreamos algo que estimula nuestro organismo, lo cual genera en nosotros una sensación bastante parecida a la felicidad.
El caso es que hace un par de días tomando un capuccino llegó la taza humeante a la mesa y la espuma me sonreía.
Espuma en el café, pensé. Una sonrisa en el café, pensé. Más cambios en mi vida.
Una decisión a tiempo. Una decisión de espuma...
Nos hace pensar más rápido. De eso no Hay duda :)

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