domingo, 25 de noviembre de 2007

Apasionados


Nunca he sabido reconocer cuáles son las características más loables en un ser humano. Desde mi punto de vista, si hay un rasgo que sea positivamente inconfundible es el de ser buena persona...pero hoy no quiero hablar de eso.
Hoy voy a hablar de la pasión, del impulso de algunos a lanzarse en plancha a las oportunidades que se presentan en su camino. A aquellos que no pueden disimular la felicidad, el odio, la ira. A los que gritan al viento, mojan al mar y mueven montañas de su sitio.
Ser apasionado no significa ser desequilibrado. Es vivir el momento y reír si toca reír y llorar si no hay más remedio.
Sin los apasionados ( entre los que me incluyo) qué absurdo y triste sería este mundo.
El fútbol no sería emocionante porque no habría un capullo dando saltos en su metro cuadrado de general descalificando alegremente al contrario.
Los atascos matutinos serían silenciosos sin un taxista que tocase el claxon.
En los conciertos nadie cantaría a grito pelado ni arrojaría ropa interior o léase "varios" al cantante, ídolo, poca cosa, que te vuelve loco/a ( y que reconozco que nunca he tenido).
En las parejas, si os fijáis un 50 % es el apasionado. Mientras uno escucha relajado en su rincón con su taza de café, el otro se levanta y monta un numerito, se lo come a besos en público sin pudor o se acelera por un comentario político meramente ilustrativo.
El apasionado realmente "no controla": habla sin pensar, piensa sin hablar, coge el primer metro aunque no sepa a dónde va porque no hay duda de que ese tiene que ser el buen camino.
La duda viene después cuando se sienta y reflexiona, y se siente el ser más miserable del universo y rompe en un llanto incomprensible. A los cinco minutos suena el teléfono e inesperadamente, acaba a altas horas de la noche en un lugar cálido, de un humor de escándalo y rodeado de amigos.
El apasionado es "blanco y negro". El gris es un color muy triste en su vida. Gris es la nube que arrastro enganchada al remolque de mi coche cada mañana y que siempre va detrás ( Me daba pena dejarla tirada. ¡Estaba tan triste y aburrida!)
Por eso el apasionado vive a veces feliz, y otras menos, en su exceso de sentimiento. En su pasión desenfrenada comete millones de errores y también resuelve ,a base de impulsos, muchas incógnitas. Toma decisiones precipitadas, ama al límite la vida y sucumbe ante los encantos de un ser tranquilo.
Impresionable. No. Apasionado.






2 comentarios:

Ana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ana dijo...

Yo también soy "blanco y negro". No consigo ver los grises. Quizás sería bueno, pero no lo consigo. De hecho son casi las 3 de la mañana y en vez de estar durmiendo hace horas porque mañana me levanto a las 7, aquí estoy después de haberme dejado llevar por un arrebato pasional, como bien dices. Pero si no lo hubiera hecho que haría, ¿dormir? no, no puede ser. Hoy tenía un día blanco y lo he aprovechado cuanto pude. Ya bastante se pierde en los días negros, que son demasiados. Me encantan los días blancos. Los apasionados además los vivimos intensamente, parece a veces que se me va a salir el corazón del sitio de tanta alegría. Hoy me han preguntado si me gustaría tener un hijo. Buena pregunta. Presiento que tendré una semana llena de días blancos. Si viene alguno negro, cambio de tercio, no hay que dejarle paso: música alegre, mente ocupada, buenos amigos y listo. Se convierte en gris oscuro. Dicen que querer es poder. Yo quiero pero a veces no puedo. Ya sabes, los factores externos, que a veces vienen a interrumpir el paso, ¿o no? A lo mejor hay que agradecerles la interrupción, quien sabe. ¿Existe el destino? ¿y la suerte? ¿es verdad que todo depende de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado? Entonces porque molestarse en buscar el camino si no depende de uno... ¿o si? Se dice que la vida es aquello que te sucede mientras te empeñas en hacer lo contrario. Yo no me empeño, ni hago lo contrario, pero me sucede. Unas veces queriendo y otras sin querer. A veces he estado en lugares inadecuados pero ha ido bien. Otras veces se suponía que era el lugar adecuado pero en realidad no era mi lugar. ¿Cómo saber cual es el lugar de uno? The answer is blowing in the wind.