sábado, 16 de febrero de 2008

Escalones de dos pasos

Me gustaría mostrar mi indignación por los escalones de dos pasos. Sí, sí, esos que echas primero el pie derecho, luego el izquierdo y te quedas como suspendido en el aire sin saber como caerás nuevamente sobre el derecho.
Son incómodos y durante un largo rato le sacan a uno de quicio. Aunque no es difícil que yo experimente esa ira por algo así. La mayor parte de las veces voy sola y no tengo a nadie con quien comentar lo mucho que me molestan.
Creo que no es una cuestión de simple estatura, ni de ser diestro, zurdo o ambidiestro. Sé que medir poco más de 1,60 nunca me favorece a no ser para subirme en las atracciones de la feria.Lo que es cierto es que los escalones de dos pasos no favorecen a nadie. Es decir, cuanto más alto seas más se agrava el problema. ¿Por qué?
Pues porque, en vez de ser escalones de dos pasos se pueden convertir para ti, en escalones de paso y medio, o peor aún, de paso y tres cuartos.
En ese caso, opto por bajar o subir en un telesilla.

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